Julia, de trece años, se muda a
vivir al Madrid de los Austrias donde sus padres van a montar una cafetería. Al
cambiar de barrio, tiene que hacerlo también de instituto, por lo que todo es
nuevo para ella, excepto Iván, al que conoció de pequeña.
En el barrio empiezan a producirse
desapariciones de perros. Julia, que tiene el poder de convertirse en gata,
junto con Iván, resolverá el misterio.
Para ello pasarán aventuras y
peligros en el barrio y en los túneles secretos que esconde.
Hoy traigo la reseña de una novela
totalmente distinta a lo que acostumbro a leer, pero en cuanto vi este título y
como buena amante-loca de los gatos, no pude resistirme y leerlo.
Se trata de una novela
infantil-juvenil muy cortita pero intensa que me ha tenido enganchada como una
niña boba. La leí en un par de días porque no podía dejar de pensar “venga, sólo
un capítulo más” y así me la acabé casi sin darme cuenta.
Aunque es una novela juvenil trata
un tema muy delicado y muy triste como es el maltrato animal y el negocio de las
apuestas a costa de estos pobres animales y su sufrimiento.
Es una novela muy recomendable
sobre todo para el público más joven,
para concienciar sobre el amor a los animales y para que nunca olviden
que se trata también de seres vivos con sentimientos al igual que nosotros los humanos.
Los personajes son muy entrañables y los protagonistas al ser niños ayudan a que la lectura sea más agradable y que el lector pueda empatizar más fácilmente con ellos.
Además, a lo largo de la novela van apareciendo imágenes donde nos presentan a los protagonistas y algunas de sus escenas clave, ayudando al lector a avivar su imaginación y adentrarse más aún en la lectura.
Novela súperentretenida, muy recomendable para todos los amantes de los animales, para el público más jóven y en definitiva a todo aquel que quiera pasar un rato entretenido en un lugar con mucho encanto.
Hola soy Rosa Cabezaolías, y quería darte las gracias por tu reseña. Me encanta tu blog y he comenzado a seguirte.
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